Alto Medievo
Siglo VI – Bizantina
La arquitectura Bizantina es religiosa y con énfasis en el interior, con exteriores discretos. El único conjunto arquitectónico importante es el Magnum Palatio, una ciudadela fortificada. Surgen edificios dedicados a la beneficencia y se modifican los ejes viarios para conectar los edificios religiosos.
Santa Sofía es una de las iglesias más importantes de este período. Representa la unión entre el imperio y la Iglesia. Tiene una arquitectura muy cargada de simbolismo.
El carácter militar de las ciudades adquiere mucha importancia a la hora de planificar las ciudades, que se reducen en tamaño para poder ser más seguras. La Muralla de Teodosio de Constantinopla es un ejemplo de esta práctica.
Prerrománica
El sistema de fidelidad pasa a ser un sistema piramidal de vasallaje y control de territorio centrado en reinos, condados, ducados y marquesados. Además de iglesias y monasterios se desarrollan los castillos.
Siglos VI / VIII – Longobardos
Estas eran poblaciones romanizadas y convertidas al cristianismo. Con su poca tradición arquitectónica adquieren un estilo uniforme. Su formación en orfebrería hace que se crea que muchos elementos tuvieran aplicaciones de pastas vidrieras y piedras coloreadas simulando joyas. Mucha de esta arquitectura se ha perdido por las continuas reconstrucciones y modificaciones de estos edificios.
Siglos VII / VIII – Visigodos
Los Visigodos desarrollan una arquitectura eclesiástica que usa el modelo de la basílica romana tradicional. Destacan las iglesias de San Juan de Baños, San Pedro de la Nave y São Frutuoso de Montelios.
Siglo IX – Carolingios
Pretenden reafirmar el arte clásico para emular el Imperio Romano. Se vuelven a construir por primera vez edificios de tamaños monumentales, como el Palacio de Aquisgrana. Una de las innovaciones fue el Westwerk, un edificio alto adosado a la fachada de las iglesias para para darle un aspecto monumental.
Siglos IX / X – Sajones
Quieren confirmar la existencia de un vínculo con los emperadores cristianos, por lo que recogen el testigo carolingio. Construyen edificios religiosos como abadías y catedrales inspirándose en las basílicas romanas y en el Westwerk. Se anticipan a soluciones románicas y entre sus innovaciones está el uso de galerías o tribunas y la alternancia de los soportes.
Islámica
Siglos VIII – XV
Gran parte de la cultura y arquitectura islámica se desarrolló en la península ibérica en esta época, de la cual quedan muchos vestigios. Destacan el uso de las torres y del agua. Esta arquitectura trae a Europa nuevos tipos como las mezquitas y los baños. Utiliza ornamentación abundante, que crea atmósferas a través de la luz y el color. Se repiten motivos geométricos, característicos del islam, ya que no podían representar a Alá como una persona, por lo que se le representaba como geometría pura.
Románica
Siglos X – XII
Debido a la inestabilidad política los señores feudales fortifican las ciudades y los palacios se convierten en castillos. La arquitectura cristiana se carga de simbolismo debido a que la Iglesia aumenta su papel político, emprendiendo una labor educativa y de evangelización masiva. El Románico se difunde a toda Europa debido a esta evangelización y a las cruzadas y peregrinaciones.
Se utilizan el arco de medio punto, los contrafuertes y se reducen las aperturas.
Gótica
Siglos XII – XVI
Se considera el arte de los bárbaros ya que se aleja del contexto clásico y de su cultura por darse en los territorios más alejados. Surgen los burgos, en los que la nueva clase media artesana y comercial se transforma en promotora del arte y la arquitectura. En cuanto a técnicas, refuerzan la bóveda romana con nervios diagonales que permiten aligerar el resto de la estructura, gracias también al arco ojival.
Las catedrales supusieron un gran campo de prueba para la experimentación, ya que necesitaban alcanzar grandes alturas que reducen la escala humana, representando a un Dios que produce temor. Gracias a los arcos ojivales, se reemplazan los muros por membranas de vidrio de color que representaban escenas sagradas.
Hay muchos edificios civiles correspondientes a la burguesía. Se construyen palacios señoriales, universidades, fortalezas, puentes, campanarios… También abundan las lonjas comerciales y los edificios de los gremios, como la Lonja de la Seda de Valencia.
Renacentista
Siglos XV – XVI
La Iglesia sufre una gran crisis que desemboca en el Cisma de Occidente. Surge una cultura urbana que hace que mercaderes y banqueros encarguen edificios para sí mismos y para la ciudad. Surge el optimismo y confianza en el potencial humano. El hombre renacentista confía en sus capacidades intelectuales, y piensa que la historia ya no es un todo ordenado por la mano de dios, Exaltando al ser humano y su capacidad de dominio de la naturaleza. Esta tendencia filosófica es conocida como humanismo.
Se difunde por Europa desde Italia la recuperación de la romanidad. En esta época se ilustras y se reproducen para estudiarse los libros de Vitrubio, convirtiéndose en los famosos tratados.
Se vuelve a las figuras ideales de Platón y la nueva arquitectura quiere ser comprendida racionalmente, con proporciones numéricas claras y descifrables.
Un arquitecto renacentista fue Andrea Palladio, quien es captado a los 13 años para recibir formación, ya que los cambios en la arquitectura comienzan a darse mas frecuentemente, y los arquitectos comienzan a tener formación en matemáticas, pintura, música, escultura…
Michelangelo Buonarroti, uno de los artistas más reconocidos de la época, se desarrolló en muchos campos: pintura, escultura, arquitectura… A lo largo de su vida evolucionó mucho su estilo, desde uno más clásico (renacentista) a uno más manerista. Podría decirse que se adelanta al barroco.
Barroca
Siglos XVII – XVIII
El Barroco va ligado a la monarquía, la aristocracia y la Iglesia y surgió como propaganda y glorificación del poder. Nacen las grandes regiones europeas como Francia, Alemania, el estado pontificio, y los mecenas ya no son los que invierten en arquitectura, sino el estado y la Iglesia. Es la liberación espacial de las normas y convenciones y de la geometría elemental. El interés está en el efecto visual y la decoración.
Gian Lorenzo Bernini es conocido como el «heredero» de Michelangelo. Se comienza a alejar de la simetría y la rigidez clásica. Es cierto que sigue habiéndola, pero comienza a utilizar óvalos y a romper la simetría, aunque seguimos dentro del clasicismo.
Francesco Borromini comienza a jugar con las formas y su yuxtaposición, combinándolas entre si y formando nuevas formas complejas. Juega con la perspectiva para alterar la percepción.
El rococó es la guinda de esta evolución, aunque solo llegar a ser una moda, es una corriente basada en la exageración y la redundancia en si misma.
La respuesta a esto es la vuelta al lenguaje clásico en el Neoclasicismo. Se da generalmente en Francia y Alemania mientras que en Italia el Renacimiento se mantiene.
Neoclásica
Siglos XVIII – XIX
El siglo XVIII fue un momento muy contradictorio en el que convivieron desde el Rococó hasta el Neoclasicismo, comenzó el Romanticismo y se dieron los inicios de la Revolución Industrial. Es por ello que este período tiene varios planteamientos estéticos.
Tras los excesos del barroco se experimenta un cambio radical hacia la arquitectura racional. Se recupera el dominio de la verdad estructural sobre el efecto visual. El Neoclasicismo fue la expresión formal que reflejaba en las artes los principios intelectuales de la Ilustración. Estaba vinculado a la idea de servicio público y las funciones educativas de los edificios, así como el concepto del Ágora, edificios públicos grandes y alargados con soportales que favorecían las reuniones y la instalación de artesanos. Nacen los museos con función didáctica.
El predecesor de la arquitectura moderna viene dado por algunos arquitectos franceses como Etienne Louis Boullée y Claude Nicolas Ledoux, que reinventan una arquitectura de formas geométricas puras para expresar la función interior.
Siglo XIX
Nace el concepto de que la forma sea la expresión de la función. La revolución industrial lleva a la aparición de nuevos materiales con los que se construye de nuevas maneras. Las ciudades crecen, se crean los barrios industriales y obreros, se fundan las exposiciones internacionales.
La respuesta es el resurgimiento de otros estilos, como el Neo-Románico, el Neo-Egipcio, Neo-Gótico… como evasión de la realidad y añoranza de tiempos pasados.
A mediados de siglo surge otra tendencia, el realismo, que es una visión del arte que evidencia las condiciones de la sociedad con cruda realidad.
Siglo XX
Aparecen el Art Noveau, el Modernismo, Liberty, Jugendstyl, las vanguardias…
El Art Noveau se desarrolla en España (Modernismo). Obras modernistas de Valencia son la Estación del Norte, el mercado de Colón o el Mercado Central. Gaudí pasa por una etapa modernista.
También nacen el Expresionismo, Cubismo y Futurismo, como reflejo de las nuevas corrientes vanguardistas de experimentación.
Tras la segunda guerra mundial se da una mezcla de estilos que conviven. Se mitigan las ideas del movimiento moderno y se dan los regionalismos, debido a las culturas de los sitios en los que se hace arquitectura, que comienza a ser más personal y comienzan a aparecer los grandes nombres de la arquitectura moderna, que comienza a verse con nombre y apellido. Los estilos son del propio arquitecto, no de la corriente a la que pertenece.
Tras este breve repaso por la historia de la arquitectura, podemos concluir que siempre se han dado cambios importantes a raíz de cambios sociales, tecnológicos, grandes eventos históricos… Además, se puede observar la tendencia de las contrapartes, en la que si predomina mucho un estilo, el siguiente tiende a ser uno opuesto a este. Todo esto nos lleva a preguntarnos, ¿cuál será la arquitectura del futuro?