La Naranja Mecánica
A Clockwork Orange (1971) es una película de Stanley Kubrick basada en la novela homónima de Anthony Burgess. Combina ciencia ficción, sátira y drama psicológico.
Está ambientada en un futuro distópico y el protagonista es Alex DeLarge, un jóven que tiene una pandilla que ejerce la ultraviolencia y disfruta de la música clásica. Alex es detenido por sus crímenes y es sometido a un tratamiento experimental llamado Ludovico. A partir de aquí, la película plantea cuestiones éticas sobre el libre albedrío y el control del gobierno.
Fue muy polémica debido a las escenas explícitas, pero trata muchos temas morales a parte de los ya mencionados y su estilo visual fue muy característico. Dentro de este estilo visual entra la arquitectura que Kubrick usa para expresar totalitarismo, control, clases sociales…
Para comenzar, la ciudad es de estilo brutalista, lo cual representa la deshumanización y el control social. Un detalle muy destacable que resalta la deshumanización es el hecho de que las calles y los espacios comunes están por lo general muy descuidados. Son lugares de hormigón descubierto y en ocasiones muy sucios, como el portal de Alex, pero los lugares interiores, como las casas, están bastante cuidados y son coloridos, representando que es un mundo en el que las personas no se preocupan por la sociedad sino por sí mismos. Es una sociedad desconectada y fragmentada.
Este brutalismo en la ciudad y la cárcel también representan la opresión y el control, con planos asfixiantes como cuando atacan al vagabundo o algunos planos en la cárcel.
Por otra parte, la diferencia entre esta estética de la ciudad y las casas de la gente de mayor nivel social, fuera de la ciudad, mucho más amplias y separadas del resto, refleja la jerarquía de la sociedad. Esto refleja problemas contemporáneos como la brecha entre el 1% más rico y la pérdida de la dignidad de la vivienda.
Como película en general, se pueden extraer conclusiones a partir, por ejemplo, del uso de Alex como herramienta política por parte de ambos bandos. Cuando resulta útil para la propaganda y los intereses del ministro, se le da un gran trato para poder manipularlo, igual que pasa con el escritor, hasta que se da cuenta de quién es Alex. También me parece una crítica interesante que los exmiembros de la pandilla se hayan hecho policías. Es una sociedad con poca moral y al gobierno le interesa tener controlada a la población, sin importarles nada más.
También plantea la pregunta sobre el libre albedrío. Si Alex es obligado a ser bueno, ¿es realmente bueno? El bien por opresión y el mal libre son dos conceptos opuestos. Aunque cada persona puede sacar sus propias conclusiones, personalmente no estoy de acuerdo con el dilema que plantea Loduvico. Creo que la reinserción social debe nacer de uno mismo y no ser forzada, porque si no se trata de una farsa que puede destaparse en cualquier momento. Es una película extremadamente profunda que plantea dilemas muy complejos, pero ese es el principal.
Como conclusión, Kubrick utiliza la arquitectura para poder ejecutar la sátira a la sociedad y poder crear el mundo que le interesa para contar la historia y hay muchos aspectos que podrían aplicarse a la discusión contemporánea sobre el diseño urbano, como la idea de que la utopía arquitectónica se convierte en una distopía.